Cuando las estrellas caen silenciosamente

La inauguración de la décima edición de La Mar de Músicas le correspondió a Fito Páez y “amigos”

Quién: Fito Páez
Dónde: Auditorio Parque Torres (Cartagena)
Cuándo: 2 de julio de 2004

Una crónica de Chema Helmet

Ambiente de gala para la inauguración de la décima edición del festival La Mar de Músicas: entradas agotadas, mucha expectación en la platea (¿vendrá o no vendrá Sabina?) y abundancia de medios nacionales. Sobre el escenario, oficiando la apertura del Festival, Fito Páez y su banda.
En esta ocasión (es su segunda visita al festival), nos hemos encontrado sobre el escenario a un Fito mucho más relajado y satisfecho. Parece que ya quedó atrás el Fito rabioso que volvía al rock después de haberse «perdido» entre rollos de celuloide, pliegos de papel couché y desencuentros amorosos.
En lo musical se notó bastante la ausencia de un segundo teclista (tarea que venía desempeñando últimamente Javier Lozano). Esta ausencia obliga ahora a Fito Páez a encargarse de todas las partes de teclado, lo que lo tiene más ocupado y menos suelto sobre el escenario (y para mi disgusto lo mantiene alejado de su Rickenbacker, que apenas empuñó para tocar Mariposa tecknicolor).
También hay que mencionar la presencia de un nuevo batería (el brillantísimo J.Morelli), a quien todavía se le notó adaptándose al repertorio. Y con respecto al repertorio, pues no hubo grandes sorpresas (abrió el concierto con Yendo de la cama al living de Charly García) si lo comparamos con su última visita a estas tierras (que fue en noviembre de 2003 en San Pedro del Pinatar -leer crónica-).

El concierto estaba programado como «Fito Páez y amigos». Estos «amigos», fueron finalmente Pedro Guerra y Liliana Herrero, y digo finalmente porque (no creo que nadie se sorprenda) Sabina no apareció. Estuvieron muy bien, aunque sus apariciones rompieron un poco el ritmo del concierto.

Postdata: Y para terminar no me resisto a incluir la sentida crónica que nos ha hecho llegar Yolanda Parra:

Levantado del suelo o De cómo José Saramago hizo por mí la crónica de este concierto…
Esta vez, no necesito contar qué acordes me robó, qué temas me disfrazó, ni qué sueños me despertó Fito anoche porque cuando llegué a casa leí en Levantado del suelo mi crónica, la crónica que José Saramago hizo por mí al describir el instante final en que «todos salen […] y las estrellas caen silenciosamente» inclinadas ante nosotros en una indescriptible emoción de recíproca y sincera gratitud; y al expresar que, en ese momento, sentí que iba «a acabarse el mundo, o a comenzar por fin»… José Saramago (Esta vez es justo que sea él quien firme esta pseudocrónica).