“¿Qué es música minimal?”

Ludovico Einaudi 'the Royal Albert Hall concert'
La última grabación -por ahora-del compositor y pianista Ludovico Einaudi

Divenire (Decca, 2007) fue el disco objeto de esta entrevista. Una suite para piano, dos arpas y una orquesta de cuerda. Compuesta durante un largo periodo e inspirada en los elementos de naturaleza incluidos en el tríptico del siglo XIX del pintor paisajista Giovanni Segantini titulado ‘La naturaleza, la vida y la muerte’, lo cual suscitó en Einaudi: el deseo de completar esa imagen con música.

«Elegiré sobre la marcha la selección de los trabajos que tengo compuestos (entre más de cien). Será un concierto de piano sólo. Este formato me da libertad en cuanto a la improvisación, el orden y los cambios en el momento de la ejecución. Una dimensión más rapsódica. Espero que los conciertos salgan lo mejor posible, pues los grabaremos todos. Me gustaría publicar un disco bello en directo».

Actualmente Ludovico Einaudi está presentando su último trabajo titulado The Royal Alberl Hall Concert (Ponderosa music & art, 2010), un directo grabado en Londres en formato de sexteto y con el acompañamiento de la sección de cuerdas de la orquesta I Virtuosi Italiani.
A priori diferente, una lujosa retrospectiva.

Una entrevista de Miguel Tébar Almansa (el 24 de octubre de 2007 en Murcia)

Por problemas técnicos hago esperar más de 30 minutos al maestro Ludovico Einaudi (Torino, 1955), que igualmente y como buen piemontese me recibe al teléfono de manera cortese. Me indica que está en Milano, recien llegado de Napoles y preparando las maletas para venir a realizar una pequeña gira por España.

¿Qué diferencias encuentras entre actuar en Nápoles a hacerlo por nuestras tierras?
– El público napolitano es el más caluroso entre todos los italianos y cuando he tocado ante un público español me ha dado la misma sensación. Así que más que diferencias, lo que encuentro son similitudes, no como sucede por aquí en el norte.

¿Y de nuestro público al británico?
– Inglaterra es un país que he visitado frecuentemente en los últimos años y la gente que va a escucharme allá, es aficionada a mi música. Por lo que de ellos percibo mucho afecto.

La vez que actuaste en Lorca -compartiendo la banda de Rodrigo Leão- fue apreciable cómo la gente se enamoraba de tu música gracias al desarrollo de frases melodiosas en tus composiciones. ¿Qué tal tu experiencia en la gira O Mundo?
– Las actuaciones con Rodrigo fueron una bonita experiencia, nos encontramos rápidamente, pues a mí ya me gustaban su composiciones y viceversa, por lo cual me fue fácil interpretar sus canciones. También sus músicos vinieron a mi encuentro, lo que posibilitó una agradable relación compartiendo algo en común. Me divertí desde el primer momento. Nos conocimos hace dos o tres años cuando fui a presentarme por su país, en la primera cena coincidimos juntos y desde aquella noche nos hicimos amigos.

Hace una semana tu colega Nicola Piovani abría la cartelera musical del Festival de Otoño madrileño. Su paso por la capital, creo que fue casi desapercibido. Ambos tocáis el mismo instrumento y sois elegidos para ilustrar musicalmente algunas películas. ¿Hay algo más que os una?
– No lo sé, quizás… me parece que sus referencias o su carrera están mucho más relacionadas al cine que la mía. Mi principal actividad está ligada a los conciertos y a la composición para mí mismo. Y son los directores a quienes les gusto y me piden, de vez en cuando, música para sus películas. Por lo que, además del piano forte, no tenemos mucho más en común.

¿Conoces la escena contemporánea española?
– ¡Sí! bueno, no tanto. Además de las bandas sonoras de Almodóvar -intenta recordar el nombre del premiado compositor- ¡Eso es!: Alberto Iglesias, molto bravo

¿Hay algo que te atraiga de nuestra música?
– El espíritu y la comunicación especial que la hacen tan emotiva. Me gusta mucho la música que… bip, bip, bip, bip -en este momento se nos corta la conferencia telefonía vía IP, poniendo en riesgo que se pueda terminar la entrevista-

Disculpa, pero decíamos: ¿Te sigue interesando la música popular?
– Uhmmm, digamos que sí en general. El buen rock es una de mis pasiones y también la música folclórica que representa la historia, que habla y representa a la gente de cualquier condición. Más allá de la clásica, me fascina que pueda llegar a tocar los corazones sin prácticamente necesidad de nada.

Se comenta que tus trabajos inspiran distintos estados: meditación, relajación o, malvadamente, que simplemente se asocia a la música que suena las salas de espera. ¿Ésta es la función de la música minimal?
– No sé si llamarla minimal, me parece que si esto es minimal, Bob Dylan también lo es. Y la música africana también. ¿Qué es minimal?: es una palabra que quiere decir todo y no quiere decir nada a la vez. Acerca de las reflexiones sobre lo que debe inspirar la música, me gusta el hecho que simplemente lo haga. Si la música puede ayudar a pensar, cada uno puede hacer lo quiera, no es mi deber decirlo. Si la música despierta cualquier sentimiento, eso es positivo.

Has citado al continente madre. Imagino que en medio del desierto, la mayoría de los problemas propios desaparecen o bien son sustituidos por los ajenos. Cuando nos visitó el grupo tuareg Tinariwen, se apreció una paradójica sensación de tranquilidad y violencia al mismo tiempo. ¿Cuál fue la tuya cuando participaste en el Festival au Desert? -festival tradicional y musical de 3 días que se celebra en Essakane, cerca de Tombouctou en Mali-
– Ciertamente, allá hay una energía especial, en la música, en ellos mismos. Tienen una ligamen con su tierra, con su historia cultural, que tal vez nosotros lo hayamos perdido. Allí se percibe el lazo del pasado con el presente como una sola cosa.

¿Consideras que al oído hay que educarlo con un poco más de silencio?
– Pienso que si en la escuela, por la mañana, antes de comenzar los niños sus lecciones escuchasen alguna pieza musical, después de un año tendrían un espíritu más rico. Si no se escucha música desde el principio, después no se sabrá escuchar nada. La música te abre las orejas, la mente y el corazón.

Una curiosidad personal, si me la permites: ¿Tienes parentesco con el acreditado editor Giulio Einaudi (1912 – 1999)?
– Sí, era mi padre.

El silencio creado ante la sorpresa recíproca de la pregunta, despide la charla. Palabras mínimas para un interesante compositor, nieto del segundo presidente de la República italiana, crecido entre letras que lucharon contra el fascismo y que en algún momento decidió prescindir de ellas, para poder comunicarse sobradamente con su música.

Comentarios

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
Clef two-factor authentication