La Vigencia de las Vanguardias (3ª parte)

Fleet foxes en Primavera Sound // Foto: Inma Varandela
Fleet foxes en Primavera Sound // Foto: Inma Varandela

Las últimas fuerzas disponibles se invirtieron en gayerismos, galeses con faldas escocesas, princesas del indie, chatarra sexy y hypes neo hippies.


San Miguel Primavera Sound Festival 2011
Cuándo: del miércoles 26 al domingo 29 de mayo.
Dónde: Poble Espanyol y Parc del Fòrum, Barcelona.
Cuántos a cuánto: 5.300 asistentes en la 1ª y 5ª jornada y 40.000 (de media por día en la 2ª, 3ª y 4ª) a un precio creciente 99-170 € el abono (+ gastos).
Quiénes: 221 bandas

Sábado
Es agradable comenzar una jornada de sobredosis conciertera, en la penumbra y sin bullicio. Condiciones ideales también para echar una siestecilla. Así que artistas intimistas, como Perfume Genius, sientan como el ruido de la naturaleza a los oídos. El joven Mike Andreas, busca en un clon amigo suyo el apoyo para defender su bien calificado primer disco. Media hora de melodías mínimas y fraseos de piano eléctrico repetitivos. Voz susurrante que recuerda a Antony Hegarty cohibido o incluso a un Costello muy tranqui. Muy gayer.

Salir corriendo para situarse en la cola y volver a coger buen sitio, te recuerda los contras de los festivales masivos. Pero John Cale, la cabeza académica de uno de los grupos más importantes de todos los tiempos, bien merecía el esfuerzo. Una vez colocada la orquesta BCN216 compuesta por 15 cuerdas y 4 metales y dirigida por E. Martínez-Izquierdo tras la propia John Cale’s band apareció el galés, para no moverse de su Kurzweil PC2. Vestido con un kilt verde, luciendo cabello y mosca oxigenados, interpretó del tirón su obra más recurrida: Paris 1919 (de 1973), dejando por último ‘Macbeth’ por alinearse este tema mejor con ‘Jumbo in tha modernworld’ -ya sin cuerdas pero con el añadido de tres jovencísimas coristas- y con un par de temas nuevos: ‘Hey Ray’, rapeada y dedicada al artista neoyorquino Raymond E. Johnson o ‘Sentimental’ en la que podría recordarnos a un Robert Palmer galán. Con la pasional ‘Secret Corrida’ volvió a unir a las dos formaciones, recuperó su visión de la obra dramatúrgica en el temazo ‘Hedda Gabler’ y terminó ruidosamente con la reflexión colonialista ‘Captain Hook’. Mirando al pasado y al presente, con conocimiento de causa siempre.

Pj Harvey en Primavera Sound // Foto: Inma Varandela
Pj Harvey en Primavera Sound // Foto: Inma Varandela

Y el placer se hubiese completado, si el concierto que nos brindó PJ Harvey lo hubiesen programado en condiciones similares. La princesa del indie, acostumbra a hacer lo que le viene en gana, como tiene voz suficiente, talento y una sensualidad más allá de la belleza, normalmente suele salir airosa. Para presentar -sampleados inclusive- Let England rock (Island), su reciente trabajo continuador de los anteriores en sonidos acústicos y tiempos baladistas, Polly Jean se hace acompañar de tres amigos de lujo: Jean-Marc Butty (batería francés), Mick Harvey (máximo colaborador de Nick Cave) y John Parish (alma gemela de la inglesa), estos dos últimos multi-instrumentistas y productores. Curiosamente en la esquina opuesta a donde sus músicos recrean el disco, PJ canta, alterna las autoharpas con las guitarras eléctricas y baila unos pocos éxitos menores: ‘Down by the water’, ‘Big exit’, ‘the Sky lit up’ o ‘the Pocket knife’. Como se evidencia, parece huir de los singles, absolutamente fiel a si misma.

Entre tantos grupos y solistas, los hay que sin hacer mucho ruido ni reclamo resultan de lo más certero. Como fue el caso de los roqueros Phosphorescent, que al atardecer dieron uno de esos conciertos cantados y tocados con mucho gusto. Pero como en el ruido también hay arte placentero, igualmente disfrutable fue el discurso industrial de los difícilmente pronunciables Einstürzende Neubauten. La banda encabezada por el imponente un Blixa Bargeld, continúa celebrando su 35º aniversario como bien saben hacer ¡armándola!. De toda la chatarra que recicla y golpea N.U. Unruh, siempre consiguen sacar algún sonido que encaje con el ritmo dirigido por el descalzo y bigotudo Alexander Hacke. La “batería” se modifica hasta cuatro veces, un vibrador femenino para estos artesanos tiene más de un solo uso, pueden llegar a ser capaces de buscar el acople de un amplificador en el lagrimal de los ojos y de reírse cuando el rumor de algún escenario vecino les intenta ensombrecer. Como dicen en su último trabajo «El silencio es sexy».

En esta ocasión los berlineses fueron un buen aperitivo para degustar a los resucitados Swans de Michael Gira, pero ambas propuestas era preferible asimilarlas con más descanso en el cerebro.

Que de agotar el cuerpo ya se encargaría el poderoso trío de rocanrol garajero en baja fidelidad: The Jon Spencer Blues Explosion. Incomprensible fue ver a una buena parte del público inmóvil ante tal corriente continua, así como al incombustible titular de la banda hacer justo lo contrario en cualquiera que sea su proyecto.

A este punto, se podría recordar que por el escenario “más importante” pasaron dos de esas bandas a las que se podría adjetivar en su afectación inglesa como puro hype: Fleet Foxes y Animal Collective. Grupos de neo-hippies experimentadores, con menor o mayor gracia, faltos de intensidad para ciertos recintos y catapultados a la fama por la mayoría de los medios de influencia musical colaboradores con el Primavera Sound Festival.

Seguramente a esta crónica le falten los otros cuarenta mil programas diferentes que confeccionaban sobre la marcha cada uno de los asistentes al evento, pero el tiempo y la resistencia de uno es lo que tiene. Se quedan indudables propuestas de calidad, como las electrónicas o aquellas más underground contemporáneas -rap entre otros estilos-, aun por descubrir a un público embebido por el pop-rock independiente anglosajón. Esto nunca podría ser todo lo que hubo, pero sí casi todo lo que un servidor pudo comprobar de principio a fin en tres días.

Comentarios

  1. 1ª me encontré de pronto ante Ariel Pink y me gustó mucho mas de lo que me gusta el disco, era una hora extraña de esas que ni te apetece ver a uno ni a otro y de pronto una explosión de psicodelia feliz allí abajo de la escalera maldita.

    2º no me interesaban gran cosa los cabezas de cartel mas obvios, vi un rato de pulp, un rato de pj, un rato de flaming lips, pero sin mucha entrega, la verdad. me alegro infinito de no haber ido a ver a los mercury rev, porque recibí un sms desde el auditorio que decía que parecían dire straits.
    mi incondicionalidad con Low queda demostrada por las lágrimas como puños que se me saltaron cuando tocaron silver rider. yo solito, llorando, en medio de la multitud.

    3º volvremos, claro. no se me ocurre mejor plan de vacaciones que ir a barcelona a ver conciertos y beber vodvezas

    4º lo mejor poder ver conciertos grandiosos como los swans los neubauten, suicide, etc sin montones de modernos hyperos alrededor. lo peor, lo pronto que cerraba el primaveras este año, que nos obligaba a ir al kebep a por cervezas o a meternos en afters nada salubres

  2. En el titulo será “Sade enamora” no “Sade enamoran”

    y repasate el texto antes de postear con el word machote

    1. Me llamo Pablo Almansa, veamos una cosa, machota:
      lo ideal es q cuando alguien entra para criticar la forma o el estilo de comentar o contar o informar sobre algo, entienda q la persona q lo hace es un interesado honesto y apasionado de lo q escribe, y lo q menos le apetece es q venga una nadie, pq así sois los q habláis con mucha libertad y poca firma en foros o en comentarios de blogs y no firmáis con vuestros nombres, seguro y a menudo magníficas críticas, así pues, pienso q deberías -si es que te gusta EL GRUPO SADE- es como mínimo enterarte -como yo acabo de hacer- q además de ser el nombre de una señora alucinante q canta bien tb es el de su grupo. Para q no quede en evidencia, tu corrección gramatical deja entrever q no tenías ni idea y quedas tú mal y sencillamente consigues una cosa: MOLESTAR.
      PD. por cierto, la versión gramaticalmente correcta de tu crítica quedaría así: “El título (te faltaba una tilde) debería ser (aquí no procede el futuro) “Sade enamora”, no “Sade enamoran”. Y repásate (una vez más, la tilde se te ha pasado) el texto antes de publicar un comentario previamente ecrito con el word, machote”.

    2. A ver, machota:

      Curiosa tu forma de corregir la concordancia, cuando parece que para ti no existen dos pasos previos igual de importantes, a saber: puntuación y acentuación.

      Por otro lado, quien se atreve a corregir de esa forma debe saber leer. Si no me equivoco, en el título aparecen dos verbos concordando al sujeto “Sade”, estos son “enamoran” e “inician”. Si sólo uno estuviera en singular y otro en plural, entonces sí podríamos deducir que se trata de un error. Pero teniendo en cuenta que ambos están en tercera persona del plural, el sentido común nos puede llevar a pensar que Sade alude al grupo y no a la persona únicamente, por lo que se impondría el uso del plural.

      En cualquier caso, me parece que ha sobrado un poco de bordería y ha faltado un mucho de humildad y de conocimientos lingüísticos.

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