Lo primero que hace Iona Pergo (Dollsquimia) antes de que me dé tiempo a preguntarle nada es sacar de su mochila su ordenador portátil para enseñarme un loop que ha creado a partir del pantallazo de su sistema operativo colgado. “Los errores son simpáticos“, me dice con una sonrisa de oreja a oreja mientras empieza a hablar sin parar de cómo le encanta acumular errores en su ordenador, de cuánto le gustan el rollo “ochobitero” y los ruiditos y de cómo crea los visuales que acompañan a su música jugando con las frecuencias. Mejor será que me dé prisa en encender la grabadora…
Una entrevista de Chema Helmet (04/03/2010)
¿Qué es Dollsquimia?
– Iona Pergo: Dollsquimia es algo que nació hace mucho tiempo, porque ya de pequeña me encantaba loopear muñecas y juguetes, todos al mismo tiempo y apretar interruptores y crear unas armonías imposibles. Eso me encantaba. De ahi proviene mi fijación por los samplers y mi gusto por el noise.
Cuando escucho noise, ¡escucho unas armonías…! Muchas de mis canciones han empezado por sonidos de motores.
¿Con motores?
– Sí. Hago paisajes sonoros con micros de contacto, me gusta amplificar los nanosonidos del interior de las máquinas para escuchar los sonidos que hay en el interior de las máquinas que normalmente uno no escucha.
¿Y eso qué tiene que ver con Dollsquimia?
– Dollsquimia es un poco de las dos cosas: experimentación con máquinas y con muñecos. Cuando estudiaba arte electrónico empecé a aplicar técnicas de circuit bending, a cambiar las frecuencias en tecladitos de juguete y conectarlos al amplificador.
Pero estos tecladitos son muy traicioneros y por ahora no los suelo usar en el directo, las resistencias fallan mucho, se desafinan continuamente… no sé… quizá algún día me atreva a usarlos en el directo.
¿Es Dollsquimia tu primer proyecto musical?
– No, cuando empecé en esto de la música unos diez años atrás, empecé a estudiar composición musical, guitarra y piano. Después de haber trabajado con imagen y de haber vivido en diferentes ciudades, llegó un momento que me planteé: “quiero hacer un proyecto que siempre he ido dejando pasar de largo porque estaba involucrada en otras historias“. Y en Barcelona monté un grupo de dark rock, aunque yo sólo cantaba y por entonces todavía no me atrevía a componer, sólo cantaba.
¿Qué otras historias eran esas?
– Pues por ejemplo, cuando vivía en Alemania grababa vídeos, iba siempre con la cámara por ahí grabando y después me dedicaba a distorsionar las imágenes, las pasaba de un vídeo analógico a otro y a otro, y así sucesivamente con lo que la imagen y el sonido se iba
degenerando.
¿Y lo del dark rock?
– A mi me gusta mucho cantar, era un grupo que estaba bien, pero en realidad no tenía nada de experimental. Es que a mí me gustan mucho cosas oscuras y pesadas como Korn o Melvins, son unas influencias muy fuertes para mí, me encantan sus distorsiones.
Aunque yo no hago nada de eso, porque no me sale comunicarme así… quizá me gustaría, pero mi música no me sale así.
Bueno, cuando el grupo se acabó, no teníamos nada, ni habíamos llegado a grabar una maqueta y yo pensé: “esto de los grupos no me mola nada de nada“. Con toda la energía que le había puesto, con la ilusión que tenía, con las ganas que tenía de que saliera bien, y al final resulta que quedó en nada. Es muy difícil que un grupo todo el mundo tenga las mismas ganas de seguir adelante, el mismo nivel de compromiso. Y a partir de ahí decidí que lo próximo que hiciese sería mi música y que no quería que fuese un grupo, sino algo muy personal.
Así que decidiste montártelo por tu cuenta…
– Sí, empecé a componer con la guitarra, pero claro, sin un grupo detrás es muy difícil montar canciones, sacarlas adelante, y opté por cambiar al ordenador y a componer y crear con el ordenador. Poco a poco fui aprendiendo a manejar las herramientas informáticas de composición y de creación musical, y eso lo iba combinando con mis estudios de arte digital. Lo que buscaba era llegar a ese sonido noise, y lo hago sin tocar un sintetizador, trabajo con sonidos y los voy modulando, les aplico efectos.
Háblame un poco más de cómo enfocas el proceso creativo…
– Cojo sonidos que me gustan o bien sonidos que genero yo misma y ésa es la base de todo. Por otro lado trabajo las voces, que me gustan que estén distorsionadas, ahora las aclaro un poco más, pero en un principio las distorsionaba hasta hacerlas ininteligibles. La voz es para mí un instrumento más. Yo tengo una voz muy fina, más de pop, y me gusta que suene más gamberra.
“mi música vive en una especie de mutación constante”
¿Y todo eso cómo lo plasmas en el directo?
– Hasta no hace mucho, trabajaba el directo de una forma bastante experimental, con muñecos y música sampleada. Pero para mi no es fácil plantear el directo, porque se trata de filtrar y condensar toda la experimentación que manejo habitualmente y convertirla en algo, digamos, “entendible”, con un principio y un final.
Yo soy muy exigente, soy la primera que quiere ofrecer lo mejor de mí mísma y en el fondo no quiero apoyarme en más gente, porque ya te he dicho antes que el rollo “de grupo” no me gusta, pero para el directo yo sola es que no puedo hacerlo todo.
A ver, me gusta estar con gente si hay buen rollo, me gusta el calor de tener gente a tu alrededor, pero este es mi proyecto, Dollsquimia no es un grupo. Por eso en directo utilizo músicos en función de mis necesidades: por ejempo, en Microsonidos actué acompañada de una persona de apoyo para mis bases, un batería y guitarra.
¿Entonces, cómo te sientes más cómoda en el escenario?
– El formato para el directo que más me gusta es la de un batería y yo, me gusta en feeling que se crea. Me resulta un poco más difícil encajar la guitarra, porque siempre la guitarra le da un toque rock que yo no quiero, y me cuesta conseguir que la guitarra suene con el sonido que yo quiero que suene.
Ya tengo comprobado que al trabajar con otros músicos el sonido cambia, es inevitable que ellos aporten cosas, eso en sí no es algo malo…, pero ahora mismo no es lo que yo quiero, tengo muy claro el sonido que quiero para el directo.
Me preocupa mucho el asunto de que mis directos sean diferentes, me gusta innovar, evolucionar, hacer cosas distintas…, por eso juego mucho con el repertorio… Me gusta mezclar mis canciones, darles la vuelta, hacer que suenen completamente distintas, cuidar mucho las proyecciones que las acompañan. Ahora estoy preparando un nuevo directo que supongo que empezaré a poner en práctica después del verano. De aquí a final de año espero tener listas nuevas canciones, nuevos visuales y poder potenciar lo que es Dollsquimia.
¿Y mientras tanto?
– Tengo unos cuantos proyectos en marcha, pero mi mayor prioridad es Dollsquimia. De hecho, he dejado Barcelona y he vuelto a Murcia por eso, porque necesitaba más tiempo para dedicarle a Dollsquimia, y en Barcelona me resultaba muy difícil sacar tiempo: trabajaba y estudiaba a la vez y todo era más complicado que aquí.
Todo lo que es Dollsquimia en realidad todavía no se ha visto, el material que tengo en myspace es sólo un atisbo, porque Dollsquimia es algo mucho más experimental, electrónico, gamberro y “ochobitero” que todavía está por llegar.
¿Te has planteado grabar una maqueta o editar un disco?
– De momento no. Ya llegará. Por ahora hago canciones y trabajo con sonidos continuamente pero no he hecho ninguna maqueta ni nada parecido, lo que va saliendo lo subo a myspace y ya está. Porque es que pasado un tiempo vuelvo a coger una canción que ya tenía hecha, la estiro, la transformo, la vuelvo a cambiar…
¿Y cuándo decides que una canción ya está acabada?
– En el fondo es que no tengo el sonido de Dollsquimia todavía en el punto en el que me gustaría. El sonido que quiero para Dollsquimia todavía no lo he conseguido, siento que estoy en el camino, pero de momento estoy en fase de investigación, por ahora mi música vive en una especie de mutación constante…