La banda crece

Ahora como cuarteto Astrud se vuelven más orgánicos, pero eso sí, sin renunciar al petardeo tecnopopero.

Una crónica de Chema Helmet

Quién: Astrud
Dónde: Garaje de la Tía María (Murcia)
Cuándo: 18 de marzo de 2005

Allá por 2001, Astrud incorporó para sus directos a Eduard al bajo, quien debutó en la misma sala (el Garaje de la Tía María) en la que ahora, en 2005, Enric debuta a la batería.
Por lo tanto, a partir de ahora Astrud se presenta en directo como cuarteto y ocasionalmente como quinteto, pues para los bises reclutaron a Mariano Tejera al banjo.
Sólo para el último tramo de los bises Astrud volvieron al formato al que hasta ahora nos tenían acostumbrado: un dúo que se hace acompañar exclusivamente por pregrabados (que en esta ocasión venían «enlatados» en un ipod).
Y bueno, pues creo que con un batería de carne y hueso, Astrud ahora tiene mucho más empaque y pegada. Es más, lo que escuchamos durante su concierto fue el concierto de una banda cada vez más cercana a los sonidos que ahora llaman «orgánicos», pues los teclados de Genís (salió al escenario con trenza, taconazos y mini), pasan a un plano más discreto en beneficio de la poderosa guitarra acústica del ahora barbudo Manolo.
Genís es el encargado de la parte de relaciones públicas y quien entre tema y tema sabe conectar hábilmente con «su» público, llevarlo a su terreno y tenerlo contento sin caer en la autoparodia. En el repertorio alternaron canciones de Performance (y claro, del epé Todo nos parece una mierda) con algunos de sus (ya) clásicos, que fueron ampliamente celebrados por el numerosísimo público que acudió en tropel al concierto, dispuestos a corear Todo nos parece una mierda, Hay un hombre en España, La Boda o Cambio de forma.

En resumen, disfrutamos de un concierto en el que hubo las dosis justas de petardeo y de tecnopop, y en el que pudimos ver sobre el escenario a un grupo (ahora sí cabe hablar de grupo) que ha sabido crecer y no quedarse estancado, sin renunciar a perder sus señas de identidad.