Los madrileños Hombres G cerraron en Murcia, el pasado 30 de abril, su gira nacional promocional Single a single. Su presencia se podía intuir tanto en los alrededores al auditorio del parque Fofó como, una vez dentro, radiografiando un perfil de público característico que aguardaba a sus ídolos,mientras el dúo Malaventura (formado por Fernando Rubio y Joaquín Talismán) caldeaba el ambiente y las ganas de fiesta, con una selección de clásicos del ayer y siempre.
La emblemática y longeva banda española liderada por David Summers -más maduro pero igualmente en forma que en los años ochenta-, salió al escenario para ofrecer un concierto más antes de embarcarse hacia tierras mexicanas -en donde les espera, a partir del 7 de mayo, una de sus ya habituales extensas giras y quizás una de las aficiones más agradecidas y entregadas que atesoran-. Las fans murcianas (y también la minoría de chicos) ya estaban más que preparadas para volver a ver a una de los grupos más importantes que les haya dado la música pop nacional.
Summers y los suyos decidieron tomar contacto con ‘Por una vez’, uno de los dos nuevos singles que incorporan desde este año a su amplio repertorio y que enfoca el amor desde una perspectiva alentadora. A pesar de ser un tema relativamente reciente, la mayoría del público demostraba sabérsela a la perfección. Buena señal para los madrileños.
Poco a poco los hits del grupo volvieron a escucharse, y tras los acordes de la pegadiza ‘Hoy no te escaparás’, brillaron clásicos como ‘El ataque de las chicas cocodrilo’ o ‘Visite nuestro Bar’, ésta última todo un himno que podía describir perfectamente aquel rincón de la capital murciana. «En nuestro bar, la música suena distinta que en otro bar», afirma la letra, y El Fofó se convirtió en una verbena generacional improvisada, donde la cerveza y las copas acompañaron en sintonía a las risas y cantos de aquellos nostálgicos que vivieron intensamente los ochenta. O, incluso, los realmente jóvenes que también estaban viéndolos por vez primera inducidos por algún tío o hermano mayor, que les pondría tal o cual canción del hasta la saciedad siendo muy niños.
Transcurría la noche y tanto la agradable temperatura como un recinto abarrotado y acogedor harían del concierto una cita para recordar con afecto. Con la gente a gusto, el tema ‘Me siento bien’ llegaría en óptimo momento coreándolo en masa con entusiasmo. Tras el cual, aprovecharon para recordar la historia de ‘Rita’, aquella misteriosa mujer de un bar de carretera que a más de uno le transportaría en el tiempo.
Era hora de dar paso a las baladas de las que también hicieron gala en su día, demostrando así que este grupo no sólo vive de historias de resacas con amigos o de ligues imposibles: ‘Te necesito’ y ‘Te quiero’”, ambas probablemente imprescindibles en cualquier historia de amor vivida por muchos de los presentes durante el concierto. La dosis justa de suspiros para no abusar de melosidad y sí llevar el espectáculo a un clímax más que evidente rematado con la divertida ‘Indiana’.
Como buenos anfitriones y entendidos en traspasar generaciones, barreras de tiempo y espacio, nos transportaron fugazmente a hace una década cuando compartieron gira con los desaparecidos El Canto del Loco, año en el que reaparecieron con nuevas canciones como la de ‘¿Por qué no ser amigos?’. «¡Que el ritmo no decaiga!» gritó un David Summers que no estuvo muy comunicativo entre las canciones, pero sí listo para el ataque con artillería certera, ya que inmediatamente después y sin apenas dar tiempo a aplaudir estaba sonando ‘Suéltate el pelo’ y a continuación los identificables acordes de ‘Marta tiene un Marcapasos’. Tras un espectáculo con pausas casi inexistentes, llegó el bis que incluyó las tan coreadas ‘Lo Noto’ y ‘Temblando’. Ambas muy lejanas cronológicamente entre si pero igualmente efectivas ante un público totalmente entregado.
La nota simpática la puso Javi Molina, batería de Hombres G, durante el segundo bis. Allí se encontraba él, solo en el escenario ante un público con ganas de más, y con el carisma propio de un showman experimentado agradeció a la gente, en lo que sería una de las pocas interacciones con el público. Pues al parecer lo tenían claro: habían salido a cumplir, y por supuesto a hacer lo que tan bien saben: entretener. Bastó un «¡¿Qué pasa!?» -con un cigarro en la mano y las baquetas en la otra- para que Javi se animara a entonar la introducción de ‘Venecia’ a la que seguirían las ya míticas ‘Devuélveme a mi chica’ y ‘Voy a pasármelo bien’, siendo éste otro de los momentos álgidos de la noche.
Hará algo más de tres décadas desde que por primera vez este cuarteto -en directo los acompaña un teclista- hiciera su primera aparición pública en los escenarios nacionales. Hoy, con algunas canas más y mucha experiencia sobre sus espaldas, volvieron a hacer lo que mejor saben: enamorar a su público fiel y mantener una tropa de fans -que cualquier grupo desearía- con un único fin: hacer pasar un muy buen rato.
Texto: Angie Capel Fotos: Miguel Tébar A.