B-Side: detalles que permanecen

B side fest 2010: aquellas pequeñas cosas

La sexta edición del festival de las Caras B cumplió las expectativas: el público respondió a la llamada del festival y disfrutó de una agradable noche de verano en el Estadio Sánchez Canovas de Molina de Segura.


Texto y fotos: Chema Helmet

La edición del año pasado del festival B-Side será recordada para siempre como aquella en la que no habían tocado ni dos grupos y ya se había acabado la cerveza. ¿Alguien se acuerda hoy de los grupos que tocaron en 2009? Yo desde luego, me acuerdo mucho más de la sed que pasé. Este año no cené anchoas por si las moscas. Precaución inútil, porque en el B-Side 2010 la bebida no escaseó ni mucho menos.

¿Por qué será recordado el B-Side 2010 en los próximos años?
Para muchos seguramente lo será por el concierto de Love of lesbian y su pop-rock para todos los públicos (con conga final incluida); otros tantos se acordarán de que vieron a Ting tings no estrenar su segundo disco y tocar todos sus hits del primero; a algunos otros el B-Side 2010 les sirvió para descubrir la solvencia y consistencia sobre el escenario de los mallorquines L.A.; para los más trasnochadores será el de Molina de Segura aquel festival en el que bailaron de madrugada las fiesteras y frenéticas canciones de We are standard.
Para el que suscribe, el B-Side 2010 ha sido el festival en el que los feroces Heavy Trash de Jon Spencer se merendaron a sus “compañeros” de cartel. Carne cruda de primera.


Así vivimos el B-Side Fest 2010:


Debilidades

· La mala organización de las zonas de aparcamiento: el cierre de los accesos al Estadio Sánchez Cánovas obligaba a dejar el coche en el quinto pino y de cualquier manera en el arcén de una carretera mal iluminada y muy transitada.
· El B-Side 2010 puso en peligro nuestros empastes: el pan con el que hacían los bocadillos estaba más duro que una piedra.
· Se dejó entrar a demasiada gente con la misma camiseta de fan de John Boy.
· Heavy trash tocó muy temprano.

Amenazas

· Como te descuidases te ponías pava antes de tiempo, porque había que acabarse rápido y temprano todas las provisiones del botellón, ya que una vez dentro del recinto no se podía salir hasta la una.
· El B-Side se celebra a final de verano, por la madrugada ya refresca un poco: si no llevabas una rebeca en tu bolso de “modelno” te podias resfriar.
· Podías salir del recinto con un esguince mal curado: en el puesto de asistencia sanitaria sólo había remedios para paliar la borrachera, ni una venda o un mísero bote de Réflex. Para otros años acuérdate de hacer estiramientos y calentar bein antes de entrar al festival.

Fortalezas

· El B-Side es un festival limpio gracias al impecable césped del Estadio Sánchez Cánovas. Por eso, al día siguiente, cuando tu madre ve los bajos de tus pantalones ya no te dice: “hijo mío, no sé dónde te metes por las noches, que parece que vienes de cavar“…
· El enorme reloj digital que habia en un lateral del escenario. No había que aguantar el mini con la boca para sacar el móvil y ver en su reloj cuánto faltaba para que empezase el siguiente grupo.
· El rubiales de Ting tings sabe hablar español ¡y con acento de Murcia!
· Este año no se acabó la cerveza. Slurp.

Oportunidades

· Si sabías estar en la barra adecuada en el momento adecuado la cantante de un grupo “indi” del momento te servía las copas.
· Si te dabas maña y tenías “contactos” podías colarte en la zona VIP y catar los canapés no aptos para la plebe.
· Oportunidad de hacer nuevos amigos y de socializar gracias al auto-stop: el servicio de autobuses de regreso a Murcia flojeó bastante y ya muy entrada la madrugada la gente tuvo que buscarse la vida a la desesperada para no quedarse tirada.

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