Optimistas incurables

Maximum pop

The Ginger Lynns son un grupo afincado en Murcia que lleva dando la tabarra a propios y extraños desde 2007.
En 2010 han editado Maximum pop, un segundo álbum en el que profundizan en sus señas de identidad: rock bailable de querencias tecno cargado de mala baba punk. Si ellos mismos dicen que su música suena como “un escéptico incurable en pleno ataque de prejuicios”, será por algo.


Una entrevista de Chema Helmet (04/10/2010)

Para empezar, hablemos de la grabación de Maximum pop
– J.Anywhere: El disco lo grabamos con Tim Oldfield, quien es un viejo conocido y sobre todo un gran productor de reggae, lo cual no tiene nada que ver con los Ginger Lynss, pero yo sabía que por espíritu freak y por su manera de ver las cosas iba a cuadrar. Y cuadró, porque aportó muchas cosas que no estaban previstas en absoluto, metió todo tipo de percusiones asiáticas y africanas, ¡hasta un didgeridoo! Además, Tim tuvo la paciencia de tratar con nosotros, que además atravesábamos un momento complicado y la cosa no era muy fácil. De hecho, él produjo el disco pero la mezcla la hicimos entre todos al final. Estábamos todo el día dándole el follón: “sube aquello, baja esto, la guitarra no se oye…” lo típico.

¿De qué conocíais a Tim?
– De cuando él tenía Pulpo Negro, el sello de Second; Tim y yo somos compañeros de juergas y de charlas interminables sobre música… Recuerdo que hablábamos mucho sobre Kraftwerk, ¡vete a saber por qué! Él nos ha aportado todo ese punto “freak-reggae-percusivo” que tiene el disco, que no se nota en muchas ocasiones, pero prácticamente el 100% de las canciones llevan percusiones de todos tipos y colores.

Me sorprende mucho lo que me dices porque la verdad no lo había percibido… Si no me dices lo del didgeridoo no me lo creo…
– Hay instrumentos pero que muy variados: hay panderetas, triángulos, congas… pero sobre todo hay muchísimas historias. Las pistas percusivas eran interminables.

O sea, que os ha salido un disco hippy
– No, ¡¡qué coño!! Es un disco pseudoelectropunk.

A mí la verdad es que me recuerda en muchas cosas al sonido ochentero neoyorkino de la No Wave. Me recuerda a esa época de los Contorsions y James Chance y a toda aquella movida… Ese espíritu punk pero con saxos y teclados y saxo. No el “raka-raka-one-two-three-four”…
– Eso es un coñazo, bueno no es un coñazo, pero ya está bastante superado. En el primer disco lo hicimos bastante. El primer disco era un disco muy fresco, muy rápido, que sonaba mucho a los ochenta, pero este quería tener otro rollo completamente distinto. Y bueno, tiene muchos más detalles porque somos más, porque hemos tenido mucho más tiempo de darle vueltas a la música en directo, y porque hay un espíritu bailable y electrónico. Lo del saxo es una casualidad…

Lo primero que me sorprendió al escuchar el disco, sobre todo después de haber escuchado el anterior, es que es un disco mucho más bailable, que roza ya territorios como disco, electro y cosas así…
– Es para bailar. Nosotros siempre lo decíamos, lo que pasa es que la gente se reía de nosotros porque no nos creían, pero nosotros siempre dijimos desde el principio que queríamos hacer música bailable. Y el próximo disco directamente va a ser tecno, lo hablábamos el otro día, se van a ir a tomar por culo las guitarras y vamos a tirar directamente de sintetizadores y loops a cuchillo.
Y sí, la idea ahora mismo era acercarnos lo más posible a cosas como los sacrosantos B-52 o a algo más actual los Radio 4 o los Scissors Sisters, este tipo de rollos. Y todavía hay temas que van más allá, porque lo tenemos muy claro.

Pero sin embargo vuestras letras siguen siendo cañeras y bastante cáusticas… cuando parece que en ese tipo de música más hedonista las letras son menos profundas y que importan menos porque es música para mover el cuerpo…
– Pero bueno, ¿y qué hay más importante que mover el cuerpo? Además, ¿dónde lo pone? Las letras las escribo yo para contar una historia…me pasan muchas cosas a lo largo del día, quiero contar historias. Y creo que además sí puedes bailar y te puedes divertir con una película o emocionar o cabrear… Tenemos cada letra por ahí…
Muy probablemente vayan a cambiar nuestras letras pero no en el sentido de que sean cáusticas y divertidas, sino que sean muy, muy serias. Igual, de pronto, hacemos música ultrabailable con unas letras más serias que la hostia y superprofundas, porque no creo que haya ningún sitio donde ponga cómo hay que hacer las cosas.

Percibo que por el disco flota una especie de regocijo o sensación de recreación placentera en una huida hacia la nada, un hedonismo nihilista. Parece que os recreáis en un planteamiento del tipo de “nos vamos a la mierda y me gusta“…
– No me gusta pero bueno, me río de ello… Claro que sí. Es completamente cierto. Es que la gran mayoría de esas letras hablan de historias personales mías que no son nada divertidas. Pero sirven como exorcismo a marrones vitales bastante importantes y me sirven para reírme de ellos y para hacerlos algo positivo… para convertirlos en energía.
De hecho muchas veces nosotros nos reímos los unos de los otros, de las propias miserias internas, somos un grupo muy mísero a nivel interno y nos reímos mucho de ello, porque si no, ¿qué vas a hacer? ¿Estar llorando todo el día? Pues no, no quiero.

Entonces, el resto del grupo comparte tus letras, se siente más o menos identificado con esa forma de afrontar la vida, de no tomarse en serio al final las miserias o los marrones… Hay gente que se tira por la ventana o se corta las venas…
– Sí, en cierto modo sí lo comparte, “al mal tiempo buena cara”, y además el hecho de que seamos un grupo muy peculiar, de que las personalidades de sus componentes son muy peculiares, da lugar a una gran cantidad de anécdotas e historias que son fácilmente plasmables y que son muy risibles. ¡Muy risibles! Es que yo creo que cualquier persona que se lo plantee sale por la mañana a la calle y empiezan a ocurrirle peripecias, variadas y variopintas. A mí hoy, se me ha roto el coche, la televisión y el aire acondicionado. (Risas).

(Risas) O sea qua ya tenemos canción nueva para el próximo disco…
– Pues sí, “Mal Fario” se podría llamar o algo por el estilo…

J.Anywhere - Puro Ginger Lynns
J.Anywhere: puro Ginger Lynns – foto: Chema Helmet

A mí una letra que me parece super opresiva es la de Océano de Carne, es angustiosa, un grito de ayuda, un quiero salir.
– Es una cosa muy siniestra. En realidad yo estaba en un bar y estaba rodeado de tías buenas, Y pensé: “¡Hala, vaya océano de carne!”. Pero efectivamente luego la cosa se fue metiendo en sensaciones bastante más oscuras y sí, habla de bastantes cosas la canción: de adicciones, de claustrofobia…

Otra de ese palo es A ninguna parte
– Esa era una canción folk, que era más larga que un día sin pan. Porque yo tengo un montón de canciones folk esperando turno, para mi proyecto folk, que algún día podré emprender. Nadie se lo cree tampoco pero es cierto. Es verdad ¿eh?

Como Brandon Flowers…
– ¿Ese no es el de Sensación de Vivir? (Risas)

– Era una canción muy, muy larga y francamente existencialista, pero estos me obligaron a cortarla, porque como al final es un tema cuasi heavy, heavy industrial, pues me obligaron a cortarla. La canción salió de un día que me levanté y dije: “esto no va a ningún lado, esto es una puta mierda todo y no va a ningún sitio, me voy a cagar en la hostia”. No es nada humorística, por cierto.

Y qué me dices de los zombies andaluces
– Eso va porque estaba un día en cierto lugar de Andalucía cuando la escribí y joder, eso que vas allí, y dices: “Oye, ponme un café”, y el tío te mira así como… te mira como perdido en sus pensamientos durante diez minutos, y luego tarda otros diez en ponértelo. Era un zombie de mierda. Es verdad.

Te estás ganando muchos amigos con la entrevista, me parece que no váis a ir a tocar mucho a Andalucía…
– Diré que me pasó a mí hace años, y si no te diré: “Oye, quítalo de la entrevista”.

Bueno, en la canción de myspace habéis puesto en el libreto una foto de Tom, ¿lo sabe, os va a demandar?…
– ¡Ojalá! No, no hemos hablado con él. Igual podemos hablar con este de la barbita, ¿cómo se llama? Con Borja Prieto, a ver si nos da dinero o algo. Yo propuse en su momento que habláramos con Borja Prieto a ver si la querían de sintonía o algo. Pero estos me dijeron que no creían que el contenido le fuera a gustar…

Hombre, no me extraña, porque no deja muy bien a los usuarios de myspace…
– Ni a la plataforma, pero bueno. No, en realidad myspace sí está bien. Con un filtro adecuado estaría mejor, pero está bien, a mí me gusta. Más que Facebook.

Maximum Pop era vuestro tema más conocido, ahora le habéis dado una vuelta de tuerca, lo habéis reconvertido…
– Antes era más industrial. Es que en este disco, al tener distribución nacional y ya que va a a llegar a más gente, queríamos meter las canciones que más nos gustaron del disco anterior. Dada la magnífica distribución nacional que tenemos, llegarán a todos sitios.
Aunque, hasta donde yo sé, el disco ni siquiera ha empezado a distribuirse y lo tiene el distribuidor desde hace tres meses, o algo por el estilo. Tenemos una distribuidora, pero nos dicen que no se ha distribuido aún y nos dicen que debería haber empezado a distribuirse en junio aproximadamente. No sé qué estará pasando exactamente. El disco no ha llegado a todos sitios aún pero se supone que llegará.

Hace poco habéis cambiado también la formación, la batería…
– Sí, ha habido cambios. En realidad el batería ahora mismo es Fran de Higinio, pero se supone que volverá a Higinio, y volverá nuestro batería que está en Berlín. Y nosotros pues vamos a ser cinco, ya no está nuestra saxofonista con nosotros. Creíamos que era el momento que se fuera (Risas).

¿Por qué?
– Cosas de la dinámica interna de los grupos; nosotros metemos ahora más bronca con las guitarras. Tim nos está produciendo ahora bases, para que metamos en los directos las millones de bases que están en el disco.
Tim es un monstruo. No te puedes creer lo que sabe este tipo de música con los ordenadores y tal. Es un monstruo. Lo que pasa es que siempre está ahí haciendo reggae… Según él en este disco hay two step jungle, drum and bass

Hace poco vi un video vuestro cantando en tagalo el himno filipino, una improvisación… Cuéntame qué tal fue la historia esa.
– Pues fue muy divertido. Nos llamó personal del centro cultural La Conservera, y nos preguntaron si queríamos participar en un proyecto, pero que no nos pagaban, naturalmente. Y bueno, el caso es que dijimos que si y se presentó allí este tipo filipino, que se llama Kristoff Ardeña, un tío bastante majo. Yo leí el himno filipino en español en un micro, y él leyó en otro micro el himno filipino en tagalo. Y nos dijo que hiciéramos una canción según lo que nos inspirara el texto.
Como nosotros normalmente hacemos muchas, muchas canciones, porque estamos acostumbrados cuando ensayamos a colgarnos los instrumentos y tirarnos una hora haciendo canciones (que luego nunca usamos ni nada), porque no sabemos ensayar como un grupo normal… Bueno, el caso es que le hicimos a Kristoff cinco o seis canciones, algunas de ellas en tagalo.
Esa que viste tú, yo no sé muy bien qué significaba, pero significaba algo sobre la tierra y la libertad y no sé qué. Y al principio estábamos así como muy serios, pero conforme fue avanzando la sesión, nos fuimos animando. Hicimos un montón de canciones y luego directamente empezamos a reírnos, haciendo bromas, hablando de las criadas filipinas… La verdad es que lo pasamos muy, muy bien. Y de hecho, es muy probable que hablemos con Kristoff y le digamos que queremos hacer un “Maxi Filipino”. O sea, grabar un maxi solo de temas solo sobre el himno filipino.

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