“Mis canciones reflejan el lenguaje de la naturaleza”

Steven Munar

A finales de la década de los ochenta Steven Munar y Miguel Pérez comenzaron su carrera musical en la isla de Mallorca como The Walk. Tras grabar varias maquetas, se trasladaron a Barcelona y reconvertidos en The Tea Servants iniciaron una interesante carrera que estuvo jalonada con discos editados por los sellos Grabaciones en el Mar (Police looking after thieves y Greatest Hits vol.1) y Houston Party Records (Higher y Travel West). La aventura de los Tea Servants duró de 1995 a 2003 y a principios de 2005 Steven Munar decidió iniciar una nueva etapa, primero como Steven Munar & The Lunatics (que editaron Miracle beach en 2007); ahora en 2010 ha llegado The language of the birds, un disco optimista y esperanzado que viene firmado por Steven Munar & the miracle band. The language of the birds es un disco rebosante de canciones marcadas por una “serena alegría”. Ajeno a modas o corrientes, afirma ir por libre y no sentirse parte de ninguna escena. Así es Steven Munar.


Una entrevista de Chema Helmet 16/06/2010

En épocas pasadas te hacías acompañar de The Lunatics; ahora, este The language of the birds viene firmado por Steven Munar & the miracle band. ¿Qué motivos explican el cambio de tu banda?
-Ya en la época de The Tea Servants los cambios de músicos fueron constantes. Cuando empecé mi carrera en solitario una de mis intenciones era y es que la banda que me acompañe sea lo más abierta posible a todos aquellos músicos que puedan aportar algo interesante a las canciones. Hasta el momento he sido muy afortunado porque todas las diferentes bandas que he tenido han sido de un nivel musical y humano excepcional. Su aportación es tan valiosa que lo he querido reflejar en la firma del disco. El paso de Lunatics a The Miracle Band, es algo más accidental; durante la presentación de Miracle Beach una de las salas había impreso los carteles con el nombre Miracle Band, nos gustó y nos quedamos con él.

Tu anterior disco se editó en 2007, te tomas con calma esto de editar discos…
-La verdad es que The Language of the Birds llevaba dos años grabado antes de que se publicara. Durante este periodo me tomé, más o menos, un año sabático del ambiente musical. Mi recién estrenada paternidad, la necesidad de ciertos replanteamientos a nivel personal y musical hicieron que su publicación se retrasara. Cuando sentí que era el momento de volver, La Produktiva Records me ofreció su lanzamiento; entonces lo remastericé tres veces más y una vez di con la definitiva las cosas se aceleraron hasta día de hoy. Espero no tardar tanto tiempo a la hora de publicar mi siguiente disco.

Nada más empezar el disco se escuchan cantos de pájaros. ¿Qué representa para tí el lenguaje de los pájaros? ¿Qué evocaciones te trae el canto de los pájaros?
-Casi todas las canciones del disco estuvieron compuestas al aire libre, en un marco incomparable como es el Parque Guell de Barcelona. Los cantos de los pájaros, las colonias de miles de gatos, los vendedores ambulantes, el constante devenir de músicos de todos los estilos… dan a ese pulmón barcelonés una sensación de libertad como en pocos sitios de la ciudad. Los pájaros en concreto, son la banda sonora que impregna el parque de una belleza mística.

¿Conoces el trabajo del compositor francés Olivier Messiaen? Estaba fascinado por el canto de los pájaros y decía que los pájaros eran los mejores músicos, se consideraba a sí mismo tanto ornitólogo como compositor. De hecho, transcribía el canto de los pájaros para incorporarlos a su música. ¿Ha tenido alguna influencia la visión de Messiaen en ese “folk-pop ornitológico” que impregna tu disco?
– No conozco a Oliver Messiaen, pero puedo comprender su fascinación por esos cantores de lenguaje universal. El lenguaje de la naturaleza en general, con sus señales, símbolos, es algo que me fascina y procuro prestarle la mayor atención posible. Todo esto, lógicamente, se refleja en mis canciones.

El disco lo dedicas a varios recién nacidos, empezando por tu hija Elsa. ¿Qué te inspiran esos recién nacidos?
– Durante la gestación del disco muchos de mis allegados (amigos, familiares) tuvieron sus primeros hijos y ese ambiente está reflejado en varias de las canciones. Soy de la opinión que muchos de los niños que están llegando son de un nivel evolutivo mucho mayor que nosotros (se les conoce como niños índigo o cristal). En el disco hago varias menciones a estos niños (en New Days y The Language of the birds) en ellos deposito mis esperanzas como nuevos seres de luz que nos guiarán en estos tiempos oscuros a través del amor, la ética, el respeto…es decir valores nada en boga.
Para mi hija Elsa es And if you want my records, una de las canciones más tiernas que haya escrito jamás.

Cuando te entrevisté en 2007 con ocasión de la salida de tu anterior disco, Miracle beach, me decías que en ese disco y cito textualmente: “las canciones hablan sobre la búsqueda de la esperanza en los momentos críticos y cómo ésta llega cuando menos nos lo esperamos”.  Al escuchar The language of the birds la sensación que tengo es completamente distinta, pareciera que los momentos críticos ya los has dejado atrás y ahora tu punto de vista es mucho más optimista. ¿Cómo lo ves? ¿Definirías a The language of the birds como un disco “optimista”?
The Language of the birds está muy marcado por el nacimiento de mi hija y por la reafirmación de mi fe. Todo desde un punto de vista de serena alegría. No hay ningún tipo de reticencia a la hora de mostrar mis creencias y eso me da una gran sensación de libertad, como de haberme liberado de mis propios prejuicios. Si, todo esto hace que este disco sea un disco de talante optimista.

También interpreto el disco como un canto de reafirmación frente al futuro, siento que con este disco lanzas un mensaje del tipo: “aquí estoy, estoy preparado para lo que pueda venir, me siento muy fuerte y no le tengo miedo a lo que me espera”. ¿Cómo lo ves tú? ¿Estás de acuerdo con mi interpretación?
– Sí, estoy totalmente de acuerdo. De hecho, como te comentaba antes, “el año sabático” que me tomé entre la grabación (que me dejó exhausto) y edición era, entre otras cosas, para coger la frescura necesaria para su interpretación en directo, para que toda esa fuerza que mencionas no se quedara en el camino, si no que se transmitiera con la mayor fidelidad posible a como fue creado.

Keeping the sadness away es una canción de un corte más melancólico que el resto de las canciones de The language of the birds. ¿Cuál es la razón de ser de esta canción? ¿Por qué la escribiste?
– Es la última canción que compuse para el disco, la más intimista y delicada, una de mis favoritas. Aplico por primera vez un fingerpicking “ortodoxo” que me dio mucho trabajo. La melancolía que apuntas está más en la secuencia de acordes que en la letra, que llama a alejar la tristeza de nuestras vidas.

Una canción que llama la atención es Morning sun, un breve blues añejo con un sonido primitivo escrito por Marc Tena. ¿Qué me puedes contar de este tema?¿Por qué suena así?
– Para la grabación del piano final de No future, No past, decidimos grabarlo en su casa, ya que el sonido del piano que tiene Marc en su habitación nos gustaba especialmente. Durante esta sesión más relajada, Marc me enseñó varias de sus canciones, y una era este magnífico blues de pre-guerra. Al oírlo, inmediatamente le propuse incluirlo en el álbum. La grabamos allí mismo, en su habitación y con un solo micro de ambiente para darle ese sonido añejo.

Para terminar, puedes decir lo que te apetezca…
– Darte la enhorabuena por la entrevista. ¡Me has hecho estrujarme los sesos de verdad!

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