CocoRosie en concierto: siempre sorprendentes.
Una crónica de Chema Helmet
Quién: CocoRosie
Dónde: Patio del cuartel de Artillería (Cartagena)
Cuándo: 6 de julio de 2006
Minutos antes del concierto un conocido me preguntó con inocencia: «¿a qué suenan CocoRosie? ¿qué tipo de música hacen?», y a esas sencillas e ingenuas preguntas no fui capaz de encontrarles respuesta, y tras un titubeo y un carraspeo para ganar tiempo, apenas atiné a responder: «son raras». Menos mal que mi patética respuesta coincidió con la salida al escenario de CocoRosie, por lo que el foco de atención pasó a estar en el escenario del Patio de Armas del Cuartel de Artillería de Cartagena.
Y ahora que me siento ante el teclado a escribir la crónica del concierto de CocoRosie, sigo sin tener respuesta a esas preguntas. Y es que CocoRosie suenan a… CocoRosie.
Las hermanitas Casady habitan su propio y privado universo musical, un universo en el que moran canciones inocentes y perversas, pequeñas miniaturas sonoras que se asoman al exterior con timidez e ingenuidad, frágiles en apariencia y poderosas en el fondo, canciones hechiceras que estremecen, desarman y llegan adentro. ¿Es lo suyo folk? ¿pop? ¿hip hop? ¿ópera? ¿electrónica de baja fidelidad? ¿canciones de cuna? CocoRosie es todo eso a la vez y mucho más que eso también.
Bianca Casady es felina, la niña traviesa, con una voz que cruje, gimotea, se arrastra y arrulla, que parece sacada de un disco de pizarra, y que canta como si fuese a la vez la hermana pequeña de Björk y Billie Holiday. Y además de cantar trajina sin parar con todo tipo de cacharros de baratillo y juguetes de segunda mano. Sierra Casady es risueña y tiene una voz de soprano, una voz pura, dulce, imponente y estremecedora. Toca el piano, la guitarra, los teclados, el arpa y cuando se anima se pone a bailar y se marca unas piruetas en el más genuino estilo break-dance.
Las Casady aparecieron acompañadas en el escenario del Cuartel de Artillería por Marc Ruchmani, una sorprendente caja de ritmos humana que crea y maneja todas las bases rítmicas con su boca, y que cuando le dejan ejerce de MC y rapea en francés. Y a partir de estos elementos, estas dos juguetonas y tímidas hermanas que parecen directamente salidas de un cuento de hadas usan el escenario para hacer sus travesuras, para disfrutar de su libertad, para saborear las mieles de su feliz reencuentro. Y si tras el concierto de CocoRosie me volviesen a preguntar qué tipo de música hacen, respondería sin dudar que la suya es la banda sonora perfecta para irse de vacaciones a la Tierra de Nunca Jamás.