Poco público acudió al primer concierto de Travolta, la nueva formación de Joaquín Pascual.
Una crónica de Chema Helmet
Quién: Travolta
Dónde: Doce y Medio (Murcia)
Cuándo: 20 de abril de 2007
En el mismo escenario por el que pasó la gira de despedida de Mercromina, se ofició la presentación mundial de Travolta, la nueva reencarnación de los ex Surfin’ bichos y ex Mercromina Joaquín Pascual y Carlos Cuevas.
Travolta ya tienen un disco en la calle (El efecto amor, Mushroom pillow), y es ahora cuando empiezan a presentarlo en directo, gira mediante.
Quien siga la obra de Joaquín Pascual desde sus inicios estará de enhorabuena, porque Travolta es un nuevo acierto en la dilatada trayectoría del músico albaceteño. Quizá a los seguidores más acérrimos de Mercromina, el invento «travoltiano» les satisfaga menos, porque lo que en Mercromina era psicodelia y oscuridad ahora es pop y luminosidad.
Supongo que en un intento de marcar distancias con épocas pasadas, Joaquín Pascual asume ahora en Travolta un papel mucho más secundario en el directo. De hecho, comenzó el concierto tocando un piano colocado en un rincón del escenario, y cuando se pasó a la guitarra eléctrica, siempre permaneció a un ladito del escenario. Es la «multiusos» Ana Galletero, (segundas voces, coros, violin, bajo, teclados, percusiones) quien ocupa ahora el centro de atención. El quinteto se completa con el ya mencionado Carlos Cuevas a la batería (que sigue sin perder su tremenda pegada sobre los tambores), Paco Cuerda (guitarra y coros) y José María Castillo (órgano, teclado y coros).
El concierto comenzó inseguro, pero más por los problemas técnicos y de sonido que estaba dando el órgano, que por los nervios que confesó tener Joaquín Pascual.
La mayoría de las canciones las tocaron sin recurrir al bajo (apenas en algunos temas tocó el bajo Ana Galletero), lo que le dió un gran protagonismo al órgano, que contribuyó intensamente a reforzar las canciones.
Y ya lo he dicho antes, Travolta es pop, quizá lo más pop que hasta ahora le hayamos escuchado cantar a Joaquín Pascual. El contraste de la dulce voz de la Galletero sobre la lijosa voz de Pascual crea un efecto magnífico como por ejemplo en Corazón valiente.
Después de tocar exclusivamente sus nuevas canciones (algunas de ellas son auténticos temazos) y como «homenaje a vosotros y a nosotros también» (Joaquín Pascual dixit), en los bises fueron condescendientes y se animaron a tocar una canción de Mercromina (Evolution), para gozo y deleite del escaso pero fiel público asistente. La historia de Travolta no ha hecho más que comenzar.