La Sala Stereo de Murcia se llenó para escuchar las contundentes canciones de Nudozurdo en directo.
Una crónica de Chema Helmet
La actitud ensimismada y austera (que a veces roza la desgana) de Nudozurdo en directo interpone una gélida barrera entre grupo y público lo que disminuye notablemente el disfrute de la experiencia. Por mucho que el público bailase en las primeras filas, jalease y animase, en ningún momento el grupo hizo el más mínimo guiño de reconocimiento hacia el público y sólo después de una hora y pico tocando salió una palabra de los labios del espigado Leopoldo Mateos (voz y guitarra), quien musitó un "gracias" antes de abandonar el escenario.
Quizá sea achacable a su timidez, o quizá sea una cuestión de actitud, no lo sé, pero lo cierto es que el resultado es de una frialdad imponente. Yo creo que si pudiesen estos chicos tocarían todo el concierto de espaldas al público.
Una pena, ya que Nudozurdo es un grupo potente que despliega sus canciones en directo con notable contundencia y fiereza. Eso sí, el sonido de la sala no estuvo a la altura y no les favoreció en absoluto, pues esas guitarras cargadas de ecos y efectos a las que son tan afectos los madrileños se mezclaban en una maraña sin claridad y se superponian salvajemente a la voz de Leopoldo imposibilitando la escucha de las letras de las interesantes canciones que forman el repertorio de Nudozurdo.
Sólo se escuchaba con nitidez el sonido del bajo, preciso e hipnótico, tocado con furia por Meta, anclaje sobre el que se sostiene todo el edificio sonoro "nudozurdiano" y que sirve de lanzadera para que echen a volar las guitarras saturadas y desatadas del ya mentado Leopoldo y de César Mosteyrín.
El concierto incluyó los grandes temas de Nudozurdo: Negativo, Ganar o perder, Ha sido divertido…, y por supuesto ese tremenda canción que es El Hijo de Dios, momento largamente esperado y que desató la euforia entre el respetable.
Tras el concierto y los bises me quedo con la sensación de que a pesar del saturado volumen y de la frialdad demostrada por el grupo, el concierto ha estado bien y certifico que Nudozurdo es un grupo que merece la pena ver en directo, pero… en el fondo sé que la cosa les podría haber quedado mucho mejor.