Bill Callahan: Apocalypse [crónicas a destiempo]

Apocalypse es un descolorido y desesperanzado retrato de la realidad de EE.UU.

Artista: Bill Callahan
Álbum: Apocalypse
Editado por: Drag City (2011)
Género: canción emocionada de bajas pulsaciones
Calificación: 7/10

Apocalypse es el cuarto disco que Bill Callahan firma con su nombre. Después de haber editado una docena de discos con el pseudónimo de Smog, el de Maryland continúa con la misma receta de siempre: canciones simples, basadas en estructuras repetitivas sobre las que cabalga con desapego su profunda voz de barítono.
Como es habitual en la ya extensa obra de Callahan, sus exigentes canciones requieren dedicarles cuidadosa atención, pues en los pequeños detalles es donde radica su grandeza. Y como no, sus letras, que nunca se quedan en la superficie.
Apocalypse es un descolorido y desesperanzado retrato de la realidad de EE.UU. (“país salvaje” lo llega a llamar en Drover): la crisis, Afganistán, la libertad, David Letterman, la televisión, el imperialismo… pasan por la penetrante y meticulosa pluma de Callahan.

En el balance final, y tras escucharlo de un tirón, Apocalypse queda como un disco con altibajos, en el que, eso sí, destaca por encima de todo la enorme Riding for the feeling, una delicada e íntima canción sobre la soledad y la búsqueda de uno mismo (In conclusion / living is easy / when you got some place / you need to be).

Si en sus últimos discos Callahan se mostraba más animado (dentro de lo animado que puede llegar ser Bill Callahan), parece que ha vuelto a las andadas: en estos tiempos en los que el presente se descompone hacia un futuro que cada día que pasa se vuelve más incierto Callahan ha decidido de nuevo adentrarse en la oscuridad.