Sade, love in Paris

concierto de Sade en Paris
Espectaculares Sade // foto: Miguel Tébar - Equipo Helmet

Sade enamoran por Europa e inician su gira por Norteamérica


Cuándo: martes 17 de mayo de 2011.
Dónde: Palais Omnisports Bercy, Paris (Francia).
Cuántos a cuánto: lleno a 84 €.
Quién: SADE · Soldier of love tour 2011
• Helen Folasade Adu: voz
• Stuart Matthewman: saxo y guitarra eléctrica
• Paul Spencer Denman: bajo eléctrico y contrabajo
• Andrew Hale: piano y teclados
• Pete Lewinson: batería
• Leroy Osbourne: coros y guitarra acústica
• Tony Momrelle: coros
• Ryan Waters: guitarras
• Karl Vanden Bossche: percusión
• Sophie Muller: dirección del espectáculo

Una década y media después de su última gira –que tampoco pasó por España- Sade ha concedido 20 fechas europeas antes de iniciar el 16 de junio la segunda parte del World Tour con otras 50 actuaciones por EE. UU. y Canada -allá donde le aguarda su afición más fiel- y en las que contará con John Legend como especial miembro de la banda ¡un lujo!.
Aunque por aquí, al menos, hemos podido disfrutar de unas auténticas leyendas vivas jamaicanas: The Jolly Boys con el entusiasta Albert Minott como maestro de ceremonias, recreando a ritmo de mento algunos de los himnos intemporales del pop-rock. Fundamental huella musical la de estos viejitos, recuperados en relativa buena forma.

Cuenta la leyenda, que la bella Sade Adu dejó Londres para vivir por Madrid durante cinco años, pero de esto ya hace mucho tiempo. Parece que aquí, en París, también estuvo una temporada y que para dar a luz regresó a su Nigeria natal. Ahora, vive en la campiña inglesa y en cuánto le viene la nostalgia se acerca a su austera casa victoriana que aun conserva en la capital del Reino Unido.
Aparcando la prensa rosa, no olvidemos que bajo el nombre de Sade hay un grupo invariable de cuatro miembros: la propia coautora Adu, el productor- saxofonista-guitarrista S. Mattherman a.k.a. CottonBelly, el bajista P. S. Denman y el pianista A. Hale –estos tres varones se reencontraron en un par de ocasiones bajo el nombre de Sweetback, intentando mitigar la ausencia de la chica, sin obviamente la misma trascendencia-. Una banda de pop sofisticado que no se prodiga en estudio –un disco cada 6 años de media- y lógicamente tampoco en directo. Pero como cualquier otro artista que sea consciente de pertenecer a la memoria colectiva en una generación: ¿Por qué no darse el gusto de vez en cuando?, aprovechar para lanzar un tercer recopilatorio The ultimate collection (RCA 2011), vender algo de merchandising, viajar con la otra familia…

La aparición de la glamurosa musa que para los cool, smooth o yuppies de UK marcó estilo en los 80 -millones de personas aun la tienen como icono y valga recordar que está considerada una de las mejores cantantes británicas– simplemente ¡deslumbra!.
Los músicos son muy precisos, quizás demasiado correctos, el sonido se percibe limpísimo y está ejecutado con tanta sutileza que se pierde la sensación de gran recinto, abstrayéndote (in)conscientemente a un club íntimo. Se espera con agrado cada solo de viento de Mattherman en pos de los punteos, que el tatuado Denman saque más swing si cabe a su contrabajo y, por qué no, alguna salida de madre del estático Hale tan concentrado en los samplers y en su instrumento. Ciertamente son las cuatro partes de un todo y lo demuestran con su carrera. La letra y la música de Sade, transmiten cierta melancolía, pero una perfecta sonrisa la hace esperanzadora y apacigua todo -lo del enamoramiento en París es difícil de evitar, pero seguramente sucedería similar si nos encontrásemos en Copenhague-. Las ganas de moverse que tiene el respetable son contenidas por la rectitud organizativa y el efecto blue ray de tanta comodidad hogareña.

Su nueva escenografía fluye sin sensación de pausa alguna, los telones traslucidos bajan y suben para poder suponer las imágenes sobre la propia banda mientras toca. Para mayor disfrute visual Adu se cambia de ropa y de peinado hasta cuatro veces: de negro ceñido con tacones y cola de caballo, de chico años 40 con tirantes, chaleco y un moño, de traje de noche blanco escotado con la melena suelta y los pies desnudos y, por último, de rojo eléctrico con un dos piezas de falda larga y torera. Sintiendo el vaivén del saxo, bailando con las sinuosas líneas de bajo, sacando de la electrónica lo que ella no necesita para estar en boga. El elegante concepto visual del espectáculo es de la propia cantante y de Sophie Müller, quien también lo dirige. No en vano esta íntima amiga en la que delega su imagen absoluta desde los comienzos, se ha ganado a pulso la confianza de las principales féminas del pop-rock como directora de videoclips.

En esta ocasión, el repertorio lo centran en su último disco original, el tercero con la palabra Love en el título. Pero rescatan de los otros cinco aquellas canciones que han significado tanto para los muchos fans que esperaban años a verlos actuar e incluso se acercaban desde lejísimos. Parecía lógico que cuanto más atrás en el tiempo retrocedieran los temas mejor se recibían o que cuando el tempo de los mismos se minimizaba los pulsos del público se ralentizaran para coger el ritmo. Con ‘By your side’ el groove se manifiesta y el deseo a levantarse de las butacas fue concedido. Un único bis con ‘Cherish the day’ ya sin cumplir guión alguno y las dos horas de concierto dejaron a la mayoría con las ganas de volver a gozar de Sade en vivo.

Por cierto, aunque los chicos den la impresión de estar a la orden de la preciosa Oficial del Imperio Británico, parecen disfrutar del no-protagonismo. Ella, sencilla y comunicativa, se encuentra perfecta de voz en plena madurez como mujer. Como diría el gran Smokey Robinson «Soft and warm a quiet storm».

© miguel tébar almansa, en Murcia a 19 de mayo de 2011

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