El
proyecto
está
todavía
en una
fase
experimental
Amanda Ghassaei ha desarrollado una técnica que -con la ayuda de una impresora 3D- convierte ficheros de audio digital en discos de 33rpm que pueden ser reproducidos en un tocadiscos convencional como cualquier otro disco de vinilo.
Estos discos todavía no llegan a tener una calidad de audio, digamos estándar, ya que los prototipos creados por Amanda suenan como una grabación con una frecuencia de 11kHz y resolución de 6 bits (un cedé de audio por ejemplo tiene 44.1kHz y 16 bits), pero suenan perfectamente en cualquier tocadiscos.
Lo que ha hecho Amanda Ghassaei ha sido crear un programa que convierte automáticamente un fichero de audio digital (tipo .wav) en un fichero STL (formato utilizado por las impresoras 3D). Con una impresora Object Connex500 ha sido capaz de crear discos de 33 rpm con canciones de Pixies, Nirvana, New Order, Daft Punk, Radiohead… (ver vídeo).
El proyecto está todavía en una fase experimental y todavía hay muchos aspectos que mejorar (conseguir imprimir ficheros de más de 250 mb, mejorar la relación señal-ruido, etcétera), pero abre una vía muy interesante y con muchas posibilidades. ¿Será este el primer paso para la supervivencia del vinilo más allá de los designios de las multinacionales?
En el sitio web Instructables, Amanda ha puesto a disposición de todos nosotros las instrucciones necesarias para que hagamos nuestros propios discos caseros (eso sí, si tenemos los materiales y equipos adecuados).
Y yo pregunto… ¿Para qué querría alguien imprimir un vinilo a partir de una matriz digital? (ya sea de un CD o de archivos Mp3)… Pues, por supuesto, para tener, además del sonido comprimido, el aditivo de los clicks ¿? 😀
Se me ocurren dos respuestas:
1) Respuesta para coleccionistas: para tener en vinilo discos sólo editados originalmente en formato cd
2) Respuesta para músicos: para editar vinilos con tu propia música desde casa sin pasar por estudios analógicos.