XIII Muestra Nacional de Canción de Autor, festivalesdepop.com estará allí.
Dónde: en el Auditorio del centro Cultural (de Ceutí, España)
Cuándo: 9, 10 y 11 de mayo de 2012
Quiénes:
· miércoles: Muerdo + Road Ramos + María Rozalén + Patricia Lázaro + Alberto Alcalá + Diego Cantero
· jueves: Jesús Garriga + Fede Comín + Fran Fernández + Kanka + Jesús Cutillas + José Luis Manzanero
· viernes: Luis Pastor
Entrada libre hasta completar aforo / concierto de Luis Pastor: 15 €
(teléfono taquilla 968 69 25 40)
La historia de las Cantigas de Mayo de Ceutí es la histroria de los nombres de los propios cantautores que han pasado por el certamen. Uno de los más dignos y fructiferos que se han dado en España -al menos en las dos últimas décadas-.
Ahora, aunando esfuerzos llega a su decimotercera edición: sin patrocinio alguno. Cierto es que la AIE costeará parte del sonido y alojamiento, pero será la participación voluntaria y voluntariosa, desprendida y agradecida de los no pocos vencedores y finalistas participantes lo que permitirá su continuidad. Con excasa ayuda en la difusión y atención de los medios de comunicación, teniendo al inquieto José Miguel López -conductor en Radio 3 del clásico Discópolis– como padrino y a su propio director Juan Antonio ‘Pele‘ García Cortés -a través de su programa La Taberna del Gran Burlón en Onda Regional- como motor. Al desaparecer el dinero para premios desaparece el concurso, pero queda la muestra.
Al igual que en la primera edición, allá por 1991- será Luis Pastor quien ponga el broche de honor. Esperando que su gesto sirva para cerrar un ciclo, para espantar fundadas supersticiones y ayudar a impulsar un proyecto fundamental en estos tiempos en los que las devaluadas ideas y las palabras no estan tan solo acalladas o son superficiales sino que a veces nos llegan tergiversadas o premeditadamente fueron malintencionadas.
Es el maestro de la canción en español, desde su casa madrileña, quien nos espeja algunas preguntas:
Obviamente, al titular de manera interrogativa tu último trabajo, pones muy fácil el punto de partida a esta pequeña entrevista -e imagino que a muchas- ¿Qué fue de los cantautores?
– En este tema lo que cuento son cuarenta años de historia vivida en primera persona, cansado de que me sea robada. Cuando son otros los que la cuentan, parece que formas parte de la historia boba y no de la memoria viva -como diría Galeano-. Solo hablan de la canción comercial, de los singles del verano, de los iconos pop, de los cantantes melódicos… ningunean el papel histórico de la canción de autor.
Es mi recuerdo a los que ya no están y llamo a las cosas como son, mi propio ajuste de cuentas en forma de manifiesto.
De toda la plana cultural que aparece en vídeo de la canción-poema que le da título, se identifican algunos célebres raperos en lengua española. ¿Qué piensas de los que opinamos que son ellos los nuevos cantautores y que sus rimas son la poesía musical contemporánea?
– Ellos no aparecen gratuitamente, los cito en la letra como «esos raperos poetas que es su panfletos denuncian otra realidad social». En los últimos veinticinco años se ha diluido el papel de portavoces que la sociedad atribuía exclusivamente a los cantautores. En los ochenta fue el rock radikal vasco quien abanderó el asunto y a partir de los noventa es el rap quien ha asumido esa crítica al sistema. Cada uno es un mundo y lo que el cantautor busca es su propia seña de identidad, sin tener que representar a un movimiento social o colectivo asociativo.
El panfleto o la poesía social, como tal, solamente lo mantenemos algunos que asumimos un papel político en una España sin libertad, pero una vez que eso pasó… Como bien digo en los últimos versos «cada uno en su trinchera, haciendo de la poesía nuestro pan de cada día». El cantautor es actualmente un francotirador que aguarda.
En dicho montaje, también podemos ver un par nombres de la nueva generación de canción de autor murciana, chicos y chicas que participarán de manera desinteresada en la próxima edición Cantigas de Mayo de Ceutí por/para no ver desaparecer el certamen. ¿Hay todavía esperanza de camaradería en vuestra profesión?
– Los que han vivido la duda del cantautor de ser o no ser, al final han triunfado. Pero eso responde a la negatividad que se arrastra desde los años setenta, y lo entiendo, aunque pienso que se está superando, pues creo en el poder de la poesía y de la palabra. Asumir ser cantautor da igual, lo importante es hacer canciones bonitas, buenas letras, conectar con la gente, pasarlo bien y divertirse en un escenario… el secreto va por ahí ¿no?.
El compromiso político ha de ir con la propia condición humana, concienciada con la situación, más allá del pensamiento único sobre los problemas con los cuales convivimos. El cantautor además es ternura, amor y desamor, pues escribe desde el yo más profundo hacia la colectividad
No sé si recordarás que fuiste el primer ilustre invitado a la muestra, cuando ésta aun tenía convocatoria regional. Este viernes actuarás en la edición número 13 nacional.
¿Cómo piensas contribuir a la causa y espantar fundadas supersticiones (de desaparición)?
La realidad musical en este país se ha degradado a un nivel máximo y la situación económica de recortes lo primero que prescinde es de la cultura.
– Este festival, de alguna manera, ha sido el abanderado -junto al de algún pueblo andaluz-, el espacio que ha defendido durante estos quince años que el cantautor no se sienta en tierra de nadie. Permitiendo a muchos jóvenes el darse a conocer, competir entre ellos, y de alguna manera, encontrarse y conocerse. Por eso, entiendo que sean los mismos protagonistas quienes defiendan dicho evento.
En Extremadura, que es mi tierra, no hay casi nada a excepción del Escenario móvil que pasa en verano por las pequeñas poblaciones, aunque no sé si con el nuevo gobierno continuará. Aquí en Madrid todavía hay mucho menos, el único micrófono que podemos encontrar abierto son los pequeños locales de poesía, exposiciones o tertulia. Espacios de libertad en los que la gente aun paga algo por ir a escuchar un poco de música.
El día de tu actuación, habrá otros muchos conciertos en las cercanías, entre ellos el inicio de una nueva gira de la banda murciana que más éxito de público ha tenido de todos los tiempos. Un acierto que su líder justifica aludiendo al poder que sus letras tienen en las jóvenes generaciones, o sea, a la capacidad de comunicar de sus canciones. Para ti ¿Cuál sería el éxito deseable por cualquier artista?
– Lo primero debería ser que tu música pueda llegar a todo el mundo por los canales adecuados. En estos tiempos es obvio que el único medio es Internet, pues las radios y televisiones que no tienen prácticamente conteniido musical o si la tienen es previo pago a las radiofórmulas. O sea, dependemos de las nuevas tecnologías, de los directos y del propio disco -que es nuestra carta de presentación para demostrar que sigues activo y creativo-, por más que la industria vaya por sus derroteros. Lo que le apetece a cualquiera que se dedique a esto es la capacidad de conectar, de entusiasmar, de emocionar, de hacer feliz o hacer llorar, de trasmitir emociones. Pues, en definitiva, la emoción es el estado del alma.
He de reconocer que me fijé en tu obra, en la época de los disco-libros, justo tras tu propio sello Flor de Jara. Aquellos formatos para mí eran lo perfecto: música, literatura, pintura, fotografía, diseño… ¿Cómo piensas que se pueden suplir tantos estímulos si desapareciera el objeto como tal?
– Para mí también, el formato Lcd es ideal para valorar esta parte de la cultura. Cuando hice ‘Diario de a bordo’ (El Europeo, 1996) con los dibujos de mi paisano Javier Fernández de Molina, era el momento en que la música comenzaba a ser devaluada y las discográficas buscaban productos de usar y tirar, como los CDs con un solo sencillo certero y nada más. Pero yo sentí que había encontrado la fórmula: hacer llegar mi obra a la gente que lo compra, de la manera más entrañable y cálida. Si bien es cierto que has de tener suficientes medios para hacerlo, pues es mucho más costoso. Yo ya llevo veinte año costeándome mis discos y probablemente lo próximo que edite vuelva a ser un libro-disco que tengo compuesto y maquetado desde hace un lustro pero aun sin grabar. Trata sobre de poetas y pintores canarios.
¿Por qué has dejado pasar ocho años desde que grabaras tus (últimos) propios textos?
En este tiempo he estado componiendo y cediendo canciones a Carmen linares, Jarcha, Juan Valderrama, Cesaria Évora…
– He tenido que recuperarme de la inversión que nos costó hace seis años el proyecto bilingüe ‘En esta esquina del tiempo’ (SONY/BMG, 2006), con poemas del portugués José Saramago. También hice las melodías para veinte textos del Miguel Hernández menos sombrío y dramático, que quizás también recupere en otro disco. El Miguel de la luz, de la naturaleza, del campo, de la copla y del folclore. He de reconocer que uno también se agota, los discos responden a necesidades personales y momentos de vida, las cosas surgen y algo te llama a ellas. Llevo un año sin escribir y a saber si vuelvo a pensar que merece la pena. Ahora me reencuentro de una manera natural con la poesía de esos autores que están esperando a que alguien se acerque a sus textos y los haga suyos.
Sinceramente ¿Te duele que un espectáculo -aparentemente tan atractivo- como el ‘Oasis Abierto’ de Carmen Linares pase relativamente desapercibido ante otros, digamos más mainstream, de similar contenido como puede haber sido el ‘Hijo de la luz y de la sombra’ de un tal Serrat?
– El trabajo de Carmen es una de las cosas más vistosas que se han hecho en directo con la obra de un poeta, ese equilibrio entre sobriedad y seriedad con la alegría de Tomasito y un concepto total al que pude aportar mis melodías con unas formas musicales que tenía enterradas. Porque yo era un niño de copla, que quería ser cantante no cantautor.
Esto fue antes de huir de esas influencias y buscar otros referentes de los que aprender como Joan Baez, Bob Dylan, Daniel Viglietti, Violeta Parra y sobre todo Zeca Afonso y otros portugueses. Y es ahora, de mayor, cuando fuera de prejuicios dejo abierta la espita del disco duro de mi infancia y lo demuestro con un chotis, con un tango, con un bolero, con un fado o con una copla… e incluso con una morna. Volviendo a todos esos géneros, que había rechazado durante tantos años de cantautor, siento que mi gran triunfo ha sido aprender a contarme en canciones y a crear una obra personal que plasma todas mis influencias.
Parece que se empiezan a echar de menos, entre la corriente de opinión popular, esas mentes sabias e inconformistas como las de Saramago ¿Ves un posible relevo generacional o piensas que han trabajado concienzudamente para el adocenamiento y sumisión colectivo?
– La juventud es rebeldía, con independencia de la música que haga. Ya hubo un relevo que cuajó en la generación de Ismael Serrano, Pedro Guerra, Javier Álvarez, Tontxu… demostrando que esta es su profesión y se hicieron un hueco. Viendo a la gente que pasa por el Café Libertad 8, lo que se cuece por la red y lo que me cuenta mi hijo, pienso que se está volviendo a gestar algo parecido en este siglo. Vienen tiempos difíciles y hay mucho por escribir, por decir y por escuchar.
¿Cómo son tus recitales actualmente? ¿Echas la vista atrás viajando por tus cuatro décadas como compositor y cantante?
– Cada vez son más anárquicos, sin perder el placer de la inmediatez, como si estuviéramos entre amigos. Viajaré en compañía de Lourdes Guerra, con la cual ya estoy muy acostumbrado a tocar mano a mano. Mi hijo Pedro, que de vez en cuando nos acompaña, prefiere quedarse en el barrio para ver a Marea ¡Es un poco cabrón!
Un pequeño test de elección
Antón Reixa o Jaume Sisa
– Ninguno de los dos, si te refieres al tema de la renovación en la directiva de la SGAE yo he votado a título individual a Miguel Ríos y a otros amigos.
Twitter o telediario convencional
– Facebook pues, aunque no escriba nada, sí que le echo una ojeada.
El último músico o banda que hayas descubierto y recomiendes a tus personas queridas
– Diría que los nuevos creadores: Carmen Boza, María Rozalén, Ángela Biedma, Dani Fernán, Alberto Alcalá o el murciano Pascual Cantero. Pero el que más me ha sorprendido de todos ellos es Pedro Pastor, la Generación Ochentií ¡Je, je, je!